La entrada de Italia y el inicio de la puerta Riviera dei Fiori, Ventimiglia , muy famosa por su enorme mercado abierto todos los viernes. Es allí donde a Julio César le gustaba detenerse para el descanso, al regresar de Provenza. La ciudad se puede dividir en dos partes; a la izquierda del río, Roya es el lado moderno, ya la derecha está el lado medieval, también llamado Ventimiglia superior. La catedral de la subida de Sainte Marie se encuentra en el centro de la alta Ventimiglia; es un centro bastante religioso de la ciudad, que también incluye el Baptisterio de Jean Crucifier.

 

Con vistas al mar de Liguria y es apreciado por su clima templado, San Remo (martes y sábados) es famoso por el cultivo de flores. En San Remo, hay un “Corso Fleuri” (San Remo en flores), un festival de música, un rally de autos, una carrera ciclista Milán-San Remo. 

 

El camino panorámico lo llevará al increíble y auténtico pueblo de Dolceacqua del siglo XII, un pueblo que domina el torrente Nervia, un viaje para descubrir el Ponte Vecchio construido con piedras antiguas, la iglesia barroca de San Antonio, el retablo de St. Devote Ludovic Brea y el Castello Dei Doria. El Ponte Vecchio, de un solo arco, que atraviesa el torrente de Nervia con un alcance de más de 30 metros, es una proeza técnica para la época y representa el vínculo entre los dos barrios del pueblo. La “Terra” (la parte superior) donde están los restos del castillo y la parte inferior “Borgo”. El pintor Claude Monet realizó dos lienzos de este puente, encontrándolo de gran ligereza.

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